Páginas a color + Prólogo

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La ciudad sobre la superficie                                                                                                                    -las palabras de Seiichi Kugi, un ejecutivo del Distrito Occidental.

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“Bienvenido a este nuevo mundo. Estamos verdaderamente contentos por su llegada. Después de todo, sin importar sus razones, usted ha sido parte de nuestra comunidad desde el momento en que puso sus pies en esta ciudad.

No es de mi incumbencia sobre qué rumores has escuchado acerca de la ciudad, y sobre cuánta fe has depositado en esos rumores.

Pero me gustaría informarle que la mayoría son acusaciones sin fundamentos.

¿Estas calles? ¿Peligrosas? De ningún modo. En comparación con Los Ángeles o las partes inestables del Medio Oriente, tus posibilidades de involucrarte en actividades criminales o en un tiroteo son extremamente bajas. Aunque supongo que es un poco más probable que estar involucrado en lo mismo de Shinjuku o Shibuya.

A menudo nos comparamos con la ciudad amurallada de Kowloon, pero eso es un paralelismo preocupante desde nuestra perspectiva. Preferimos no ser tratados igual que a un lugar tan peligroso. Y me pregunto ―de la gente de la prensa que difundió esos rumores, ¿cuántos han estado realmente en la Ciudad Amurallada de Kowloon? Antes de eso, no creo que tales personas hayan puesto el pie en esta isla, tampoco.

¡No se dan cuenta de que sus chismes sólo atraen más y más maleantes a la ciudad! O tal vez si lo notan y están trabajando más duro para airear esos rumores por esa misma razón.

En cualquier caso, si usted planea plantar sus raíces aquí, sugiero que se comporte de una manera que no fomente más tales chismes.

¿Hm? Usted vino a encontrar la libertad, pero esto no es lo que esperabas ¿dices?

Hah hah…No te equivoques. El Distrito Occidental tiene solamente una regla.

‘No nos desafíes’

Eso es todo. Liberación, ¿no es así?

Pues bien, le deseo una vida cómoda.”

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La ciudad subterránea                                                                                                                              ―las palabras de Soji Kuzuhara, capitán de la fuerza policiaca voluntaria

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“―sep. Nunca antes te había visto. Ah, eres un recién llegado.

(Silencio)

¿Qué, hay algo en mi cara? Me estás volviendo loco. Oh ¿crees que es extraño que haya un restaurante aquí? Lo entiendo. Supongo que es un pensamiento bastante normal para un recién llegado.

(Silencio)

Hey Yua, ¿puedo conseguir un combo de omelet-soba y un poco de té oolong?

Debes de pedir algo. Este lugar tiene la mejor comida del Distrito Occidental. Y los mejores precios. Si vas a vivir aquí, tienes que averiguar cómo vas a alimentarte.

¿Qué, quieres saber si compramos y vendemos cosas? ¿Por qué no lo haríamos, con tanta gente en un solo lugar? Si no te gusta, sólo tienes que volver a tierra firme y poner una caja de cartón alrededor de ti mismo en una estación o en un parque. O ir a trabajar duro y ganarte una casa por ti mismo.

(Silencio)

Cállate y come.

(Silencio)

Eso golpeó el punto. Yua, estoy sin monedas. ¿Me puedes dar algún cambio?

Si quieres vivir tan bien como los demás, tienes que trabajar. Es lo mismo en esta isla, también.

No te voy a dar la bienvenida, pero no voy a impedir que vivas aquí. Mientras no intentes nada estúpido.

Y si crees que este lugar es una especie de tierra de libertad, déjame darte un consejo.

Esto es sólo Japón. La libertad no es fácil en ningún lugar…No olvides eso.”

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Las fosas                                                                                                                                                        ―las palabras de Hayato Inui, gamberro.

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“Bueno mira aquí. Acabas de llegar al lugar más de mierda de la isla.

Justo ahora te vi en un basurero. Eres una mierda. ¿Cómo lo esperas conseguir después que te patean tan rápidamente el culo?

De todos modos, ahora eres un verdadero triste lugareño. Felicidades. Eres un pedazo de basura. Es la segunda vez que entras aquí, eres una mierda de desempleado ¿sabes?

¿O vienes aquí para una divertida visita turística? ¿Para conseguir algunos juguetes peligrosos? Entonces no te detendría, pero probablemente deberías haber ido a Tokio o a Osaka en su lugar. Supongo que seguiste todos los rumores de aquí, ¿pero y los verdaderos juguetes peligrosos? Se esconden en lugares donde la gente no puede extender rumores sobre ellos.

¿Sabes lo que dicen acerca de acostumbrarse a un lugar y llamarlo hogar? ¡Exacto eso es! Incluso un infierno como este llega a ser un hogar, una vez que te acostumbras. Pero es mejor que recuerdes esto― donde hay gente, hay crimen y violencia. Saben, dicen que la gente de la ciudad se está mudando al campo para alejarse de toda la contaminación. Aplica lo mismo aquí. Cuanto más te acostumbras a las cosas y te tranquilizas, verás más mierda que no querrás ver.

Suficiente con la conferencia. Bienvenido a nuestro pequeño mundo. Esta es la isla de los sueños. No el único en la bahía de Tokio. Este lugar hace tu sueño realidad. A pesar de que depende de ti si se convierte en la Historia Interminable o una Pesadilla en la Calle Elm.

Si vas a disfrutar de esta isla, necesitarás 1% de tu esfuerzo, 5% de ingenio, 20% de experiencia y 99% de suerte. ¿Qué, eso es más de cien? No mierda, idiota.

Sólo significa que siempre estamos viviendo en exceso.

Porque ese es el requisito previo para disfrutar de este lugar.”

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                                                      Gua Guau! – Noche de Dos Perros

    PRÓLOGO: Imágenes Reflejas   

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18 de Agosto del 2014. Al lado de la isla Sado del puente Etsusa.

 

Bajo el interminablemente claro cielo azul, el disparo resonó en el aire.

Entonces, su cuerpo tuvo un sordo temblor.

La carne de su espalda y a sus lados se dispersó en porciones.

“¿Huh?”

El chico que miraba desde atrás no podía hacer otra cosa que vocalizar tontamente.

Algo cálido salpicó su mejilla.

Rápidamente lo secó con su mano. Las yemas de sus dedos estaban manchadas de rojo.

“¿Sangre…?”

En el momento en que llegó a la conclusión, la chica se derrumbó sobre el pavimento cubierto de tierra. Parecía temblar, temblando fuertemente en ocasiones. Como si un ritmo se grabara en ella, tembló locamente como una posesa.

El líquido rojo se extendió sobre el pavimento que la rodeaba.

Y sólo cuando el chorro alcanzó sus propios pies, el chico se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

‘―le disparó. ¡Alguien le disparó a Kanae!’

Cuanto finalmente lo golpeó el entendimiento, sus sentidos comenzaron a regresar, uno por uno. Sus oídos se llenaron de los claros sonidos de los disparos y un aullido de gritos de furia.

Los hombres con ropas de matones se dividieron en dos grupos, disparando y gritando al otro como si no hubiera un mañana. Se precipitaron por todas las direcciones. Algunos se refugiaron y miraron por detrás de cosas como barriles de depósito. Algunos corrían paralelos a sus enemigos y a veces se tropezaban. Algunos permanecían clavados firmemente en el suelo. Lo único común era el hecho de que de vez en cuando sus pistolas rugían acompañadas de un destello de luz.

Un tiroteo entre dos grupos de matones, como una escena de un programa televisivo policial de hace décadas.

Viendo desarrollarse la escena, el chico recordó dónde estaban.

No era ni el continente ni la isla.

Era Japón, pero no.

No era tierra ni mar.

El puente más largo del mundo, que abarcaba la isla Sado y Niigata.

La isla artificial sin nombre que se encontraba en el mismo centro de ese puente―

◁ ▶

Al mismo tiempo, Torre Arcoíris. En la ciudad de Niigata.

 

Encima de una terminal de autobuses en el corazón de Niigata, había una colorida torre de observación. La plataforma de observación cubrió una sección del llamativo pilar, girando alrededor de él mientas ascendía y descendía.

“Hombre, me muero de hambre.”

Dentro de la plataforma de observación, que acababa de recoger a los pasajeros desde el piso más inferior, un hombre estaba sobrellevándolo a regañadientes mientras se quejaba lánguidamente.

“Maldita sea. Estoy realmente hambriento. Es tan malo que me siento casi enfermo―eso es lo tonto.”

El hombre explicó su condición con gran detalle a la familia que estaba sentada a su lado.

Su pelo estaba teñido en siete colores, y había innumerables alfileres de seguridad adheridos a través de sus orejas. Sus ojos eran de diferentes colores, pero eso era la gracia de los lentes de contacto que llevaba.

Había pasado más de una década desde que comenzó el siglo XXI. Pero aunque las modas de los jóvenes cambiaron constantemente a lo largo de los años, el estilo del hombre no encajaba con ninguna que hubiera existido. Había claramente algo diferente en él.

La familia a su lado no parecía saber cómo responder. El padre no dijo nada, sus palmas estaba cubiertas de sudor. Su hija mayor, una niña de diez años, llevaba una bolsa de bocadillos. El más pequeño era un infante. Ambos miraron fijamente al cabello del hombre, cautivados.

Si podía o no leer el estado de ánimo, el hombre con cabeza de arcoíris no apartó sus ojos del paisaje. El mundo exterior gira lentamente. Las montañas de la Isla Sado a través del mar, y los ásperos edificios negros que se extienden de la base de las montañas entraron a su vista.

“¡Ah! Ahí ahí. Lo veo. Para ser honesto, sólo vine a ver esa cosa de allá.” Él le dijo a la silenciosa familia con una voz sutilmente agradable.

La estructura al final de su mirada era el monstruoso puente que iba de Sado al continente/tierra firme, y la enorme isla artificial en el medio. Cabeza de Arcoíris apretó su rostro contra el cristal, murmurando para sí mismo.

“Y mira el tamaño de eso. Más grande que cualquier cosa que jamás hubiera imaginado. Y eso también es una locura. Estaba seguro de que sólo podías nadar hacia Sado.” Murmuro para sí mismo, pero de repente se volvió hacia la familia.

“¿No es asombroso? No podía decirlo desde el suelo pero nunca pensé que hubiera una torre de observación que fuera tan alta. Siendo honesto contigo, dejé el almuerzo para estar en esto. Je. Pensé que era gratis, pero resultó que había una tarifa para entrar.”

El padre finalmente sonrió y asintió. No estaba claro a qué asintió, pero parecía haber decidido que con su mejor disposición tenía que responder de alguna manera.

En ese momento, la niña entregó su bolsa de bocadillos a Cabeza de Arcoíris. Sus padres tragaron, pero el hombre sonrió y sacó una sola pieza de la bolsa.

“Gracias chamaca. Crecerás para ser una verdadera belleza, te lo garantizo.”

Haciendo una cara que no coincidía con su aspecto, tiró el bocadillo a su boca.

En ese punto, la plataforma de nuevo se volvió al lado de Sado.

Mirando las nubes de la lluvia a través del gran puente, Cabeza de Arcoíris se estiró.

“Hablando acerca de una vista increíble. Y el clima también está genial. Hombre, estoy siendo bombardeado.”

Bajo el cielo infinitamente azul, lentamente las nubes se multiplicaron.

◁ ▶

Bajo la gruesa capa de nubes, la lluvia amarraba al chico y a la chica en el lugar.

El tiroteo había terminado justo cuando sonó un trueno, gotas de lluvia comenzaron a caer. El lado perdedor huyó, maldiciendo la tormenta, y el lado ganador dio persecución.

El chico y la chica eran los únicos que quedaban en medio de la lluvia.

El aguacero dejó un gran charco alrededor de ella. Su sangre goteaba en el agua, pintando el puente de rojo.

Pero era un lugar demasiado extenso para llamarlo puente.

De pie sin rumbo fijo en el interminable pavimento conectado a la isla artificial, el chico bajó la mirada hacia la chica.

Cayó en el pensamiento como si su cuerpo se hubiera congelado.

¿Por qué habían llegado a un lugar como este?

¿Y cómo las cosas habían llegado a esto―

◁ ▶

Hace 24 horas. Faro de Himezaki, Isla Sado.

 

Sin tener cuidado en el mundo, el chico y la chica miraron alegremente al despejado cielo.

Una cometa de deslizaba con gracia por el aire, pero la vista no emocionaba particularmente al chico.

Después de todo, era una escena demasiado familiar para un ciudadano de hace mucho tiempo como él.

Estaba sonriendo porque ella estaba a su lado.

Ella sin saberlo, repentinamente habló.

“Venga, vámonos.”

“¿Huh? ¿Allí?…No. Mamá me va a regañar, y podríamos ser arrestados si somos capturados.”

Era el final del verano. Una joven pareja estaba afuera, disfrutando de sus vacaciones finales de verano de la escuela media. Aunque eran un poco mayores para el descriptor, era un chico y una chica.

El cielo era de un azul claro. Se sentaron en un banco junto al faro, apoyándose uno contra el otro.

“¿Policías? ¡No son la gran cosa!”

“Quejarte no te llevara a ningún lado.”

El chico frunció el ceño a su amiga de la infancia.

____________________________________________________________________Era Era el último día de las vacaciones de verano cuando la amiga de la infancia de Seiichi Kugi, Kanae Orisaki, hizo una extraña sugerencia.

“Oye ¿quieres intentar ir al puente?”

Seiichi asumió que ella estaba hablando sobre el puente Kaifu o el puente Kurohime de la isla. Pero ¿era realmente donde un par de nativos de la isla como ellos querían ir para su último recuerdo de verano?

Él hizo una cara confusa. Kanae continuó hablando sin cuidado.

“¡Encontré un pequeño agujero del cual podríamos atravesar hasta el puente Eto!”

“¿Qué?”

Surgió en mi mente el edificio en bruto que sobresale por el límite sur de la isla. El puente Eto tenía la mayor presencia en la isla, pero no estaba particularmente asociado con la función de un puente. Después de todo, nunca había cruzado el puente―de hecho, él nunca se había acercado al puente.

El puente era masivamente ancho, con seis carriles en cada dirección. Incluso tenía tres niveles para diferentes tipos de carreteras―un nivel para la masiva carretera, otro para uso público y otro para el turismo. Pero ningún coche había cruzado el puente. Ningún ordinario isleño se había acercado a la entrada. Lo mismo ocurría con la gente del continente, y en las dos entradas del puente había grandes muros y fija vigilancia en todo momento.

¿Quién en este mundo se colaría a ese puente?

“Ya sabes qué clase de lugar es, Kanae―”

“Sí, ¡Es por eso que quiero ir! He escuchado que hay muchas cosas que no puedes encontrar en Sado, ni siquiera en Niigata o Tokio. Cosas que no puedes comprar en Japón, y animales exóticos. ¡E incluso hay un casino y un ring de lucha libre subterráneo!”

“De ninguna manera. La vida no es un manga, ya sabes. El ring de lucha libre es sólo un rumor. ¿Y cómo podría haber tienda reales en esa isla en primer lugar?”

“Buena pregunta. ¡Vamos a buscar algunas respuestas!”

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Seiichi la había escuchado durante más de la mitad del día. No tenía ninguna intención de ir, y había tratado de detenerla. Pero ella ni siquiera había fingido escucharlo.

“¿Cuándo podríamos tener la oportunidad de ir? Si espero hasta que sea una adulta, creo que realmente no seré capaz de regresar.”

“Y si los niños como nosotros acaban allí, podríamos morir antes de que volvamos. ¿Recuerdas lo que tu padre siempre dice? ¿Cómo alguien en su sano juicio podría vivir allí?”

“Estaremos bien. Vamos a echar sólo un vistazo. ¡Un vistazo realmente rápido! Simplemente no tenemos que ser atrapados. Y aunque lo seamos, no es como si nos irían a matar en el acto.”

Kanae se levantó enérgicamente de la banca bloqueó la vista de Seiichi y lo tomó por los brazos.

“Whoa”

Arrastrado por sus pies, el chico fue llevado corriendo tras ella.

Incluso después de que Kanae lo soltó, corrió detrás de ella.

“Espera…Aguarda”

“Mañana! Seguramente iremos!”

Tan rápido era su ritmo, que al final el chico no podía alcanzarla.

“¿Qué debo hacer?”

Hasta ese momento, Seiichi fue arrastrado por los caprichos de ella.

Ellos habían entrado en áreas restringidas en las minas, escondidos en los transbordadores, y a veces con el impulso de ir a Hokkaido. La emoción en su vida cotidiana fue todo gracias a Kanae arrastrando a Seiichi con sus ideas, pero nunca ha habido una vez que se enojara con ella por ello.

Mientras sus anormales días continuaban, empezaron a compartir una especie de conexión y sensación de embriaguez. Como si fueran los personajes principales de una historia.

Seiichi fue atrapado lentamente por un tipo de complejo de héroe mientras seguía las imprudentes acciones de Kanae. Y la había salvado cada vez que ella se encontraba en problemas. Eso nunca cambiaría. Eso era lo que él creía, y era por eso que una parte de él, tal vez, quería estar de acuerdo con el último plan caprichoso de ella.

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Y, hoy por la mañana.

“Realmente vamos a hacer esto?”

“¡Por supuesto que lo haremos! Hemos llegado tan lejos, ¿verdad?”

Estaban en el depósito de suministros, a sólo un tiro de piedra de la entrada al puente. Aunque el puente y las carreteras estaban en su mayoría completadas, una gran cantidad de materiales y suministro habían quedado en el sitio.

Los muros se elevaban sobre el sitio de construcción que servían de entrada al puente. Pero hubo una sola rotura en el muro de la parte trasera del depósito, y fue posible entrar por el hueco.

Montones de marcos de metal y lo que sea convirtió el depósito en un laberinto. Seiichi ya se había apoderado de la idea de que se había metido en otro mundo.

“Hay un agujero que lleva al sitio de construcción por este hueco! Una vez que lleguemos allí, tendremos que pasar la vigilancia del edificio de enfrente.”

“Mira. Huellas…”

Cuando Seiichi miró entre los materiales, vio lo que parecía ser muchos conjuntos de huellas. Tal vez se habían hecho durante la lluvia de la noche anterior, todavía estaban visibles en la tierra.

“¡Sí! Debe de haber otras personas que entran y salen de esta manera. ¿Te sientes mejor ahora?”

Él no respondió a su pregunta, pero mantuvo sus ojos en las huellas.

‘¿Cómo puede estar tan tranquila cuando ni siquiera sabe de quién son esas huellas?’

En ese momento, llegó a un resultado aún más aterrador.

Había claramente menos huellas saliendo que entrando.

Una vez que entraron, no pudieron salir, parecía decir eso. Un escalofrío recorrió el espinazo de Seiichi.

“Kanae, vamos a…”

Él levanto la vista para detenerla, pero ella ya se había ido.

Ignorando a Seiichi mientras este permanecía enraizado en el lugar, ella había avanzado primero.

“¡E-Espera!”

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Seiichi la siguió. Pasaron por encima de la guardia auto-designada y empujaron entre los materiales en el sitio de construcción para entrar al puente.

La isla artificial estaba a unos diez kilómetros de la Isla Sado. Los rumores dijeron que podían llegar al Distrito Residencial antes de llegar a la isla.

El apodo de ‘Distrito Residencial’ no era oficial, era simplemente el lugar donde vagabundos y criminales, o aquellos que no tenían otra opción, se establecieron en el puente sin inauguración.

Las distintivas residencias, hechas de materiales que sobraron de la construcción, supuestamente era un punto muerto para la Ciudad Amurallada Kowloon de Hong Kong.

A pesar de que había pasado años desde que la Ciudad Amurallada de Kowloon fue demolida, no había planes para que este puente fuera derribado. ¿Cómo podría haber surgido un lugar como este en Japón?, donde la seguridad publica era mejor que en Hong Kong en este momento, se preguntaba a veces Seiichi. Pero nunca pensó demasiado en ello.

Después de todo, tenía poco interés en el tema para empezar, y el puente (con su falta de interacción con el mundo) realmente se sentía como en otro país para él.

Cuando caminaron por dos horas, comenzaron a percibir a la gente. Tomaron la escalera de emergencia en el lado del nivel superior. Una gruesa capa de nubes cubría el cielo. Aunque estaban en un puente sobre el mar, había una capa de tierra sobre el pavimento. Se quedaron allí y contemplaron la extrañeza de su entorno, golpeados por la brisa del mar.

Las emociones de Seiichi llegaron a un punto en el que se sentía como si realmente hubiera sido empujado a otro país. Lo cual no estaba del todo equivocado, ya que las leyes de Japón no tenían ningún significado allí.

Una inquietante ansiedad se anidaba y se agitaba en su estómago. Por un lado, estaba aterrorizado por el silencio que lo rodeaba. Por otra parte, celebraba el día extraordinario que le había llegado.

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Fue entonces cuando las siluetas de las personas comenzaron a aparecer a la distancia.

Varios de los edificios que parecían estar agrupados al fondo de la isla artificial con inusuales estructuras. Varios hombres se inclinaron contra los edificios y a los lados del puente, mirando al chico y a la chica con curiosidad.

Sus ropas eran mucho más ásperas de lo que Seiichi había imaginado, como las de los vendedores de un país tropical. Siendo especifico, los hombres productores alimentarios se colocan en Suramérica o Asia Sur-Oriental.

Uno de los hombres se acercó. Seiichi se quedó inmóvil sin pensar, pero Kanae siguió indiferente.

Pronto, el hombre se paró enfrente de ella y habló.

“No veo esto todos los días. ¿Eres de la isla?”

“Sí, ¿Es usted un lugareño?”

“¿Qué quieres aquí?”

El hombre ignoró su pregunta. Él llevaba una camiseta sin mangas que revelaba sus brazos y hombros, que no tenían ni una sola capa de gordura. Las venas en el dorso de sus manos se abultaron.

No se dejó intimidar por el atropello del hombre sobre su pregunta, Kanae contestó.

Somos turistas. Mi novio y yo queríamos hacer algunos recuerdos de las vacaciones de verano.

La ceja del hombre se alzó. Era una vaga mezcla de ira y risa. Preocupado, Seiichi metió sus manos a sus bolsillos y fijó su agarre al contenido de adentro. En uno, había una lata de spray de pimienta que Kanae consiguió para él en Tokio, que cabía en su palma. En el otro bolsillo, mantuvo los dedos sobre los botones correctos de su celular.

Pero el hombre en lugar de atacar o empujar a Kanae, la señalo con la barbilla.

Para ambos Seiichi y Kanae, fue una sorprendente reacción. Estaban dispuesto a que se les lanzaran cosas, o en el peor de los casos, a ver cómo se tiraban cuchillos o pistolas.

Seiichi siguió a Kanae a través de los hombres. “¿Quieres algo de polvo?” Ofreció uno. “¿Hay tiendas nuevas en la isla? Preguntó otro. “¿Tienes el periódico de hoy?” Preguntó otro hombre.

Los dos probablemente no fueron los primeros visitantes de la isla. Los hombres probablemente hicieron un hábito de saluda a los ‘turistas’.

Cuando finalmente atravesaron el grupo de hombres, Kanae susurró a Seiichi.

“Eso no era lo que esperaba. Estoy un poco decepcionada.”

“Yo no.”

Mientras Seiichi estaba feliz de que nada hubiera pasado, una parte de él deseaba lo contrario. Pero frenando ese pensamiento, levantó la voz en señal de queja.

“No creo que sea buena idea ser demasiado agresivo con esta gente, Kanae.”

“Está bien. Si algo me sucede, me salvaras ¿verdad?”

Seiichi no pudo responder. Aunque parecía casi una manipuladora, no podía estar en desacuerdo.

‘Cierto. Yo protegeré a Kanae.’

Para ellos, el puente y la isla no eran la realidad. Era un mundo lejos de casa. Y su papel era protegerla. Ese fue el escenario que Seiichi decidió.

Para él, proteger a Kanae era su objetivo y placer.

“Sí.”

¿Era el calor del verano? ¿O era la euforia de escapar del peligro? Seiichi puso en palabras algo que normalmente estaría demasiado avergonzado para decir.

“Te protegeré, Kanae. Aquí y siem―”

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Antes de que pudiera terminar, oyó un disparo.

Y ante sus ojos estaba Kanae, manchada de rojo en su espalda saltó hacia él.

Entonces vino el tiempo presente.

El mundo a su alrededor estaba oscurecido por la lluvia torrencial.

Las visiones, los sonidos y el aire habían hecho un 180.

Los temblores de ella se habían detenido, dando paso a la quietud. Seiichi finalmente volvió a sus sentidos. Temblando, dio unos pasos lentos y pesados hacia Kanae.

‘Tengo que ayudarla’, pensó, pero no pudo echarse a correr. Los metros parecían tan lejanos y lentos.

Al entrar en la piscina roja sangrante, Seiichi sintió la verdad con todo su ser.

Que esto era realidad.

◁ ▶

“Maldita sea. La realidad es una amante cruel.” Dijo un hombre barbudo en un pequeño buque pesquero en los límites del puerto de Niigata.

“¿Huh?”

El hombre del puente le preguntó qué estaba mal. El hombre barbudo encendió un cigarrillo y gruño.

“Finalmente conseguí trabajo por esta vez, pero resulta que es un trabajo de un sólo hombre de transbordar. Ni siquiera vale la pena el pago.”

“No se puede evitar, hombre. Al menos arrancas de lo bueno, ¿verdad?”

“Cierto.”

El hombre barbudo se volteó con un chasquido del cuello. Un objetivo llamativo entró en su visión.

Una llamativa cabeza de cabello teñido en los colores del arco iris.

“¿Es él?”

“Tienen que ser. Busca al pelo funky, él dijo.”

Este funky? Podríamos meternos en problemas.”

“Corta el rollo. De todos modos, él tiene un billete de ida.”

Mientras ellos hablaban, el joven de cabello llamativo se acercó al bote.

El hombre barbudo se rascó la cabeza y llamó al joven.

“Oye, tú con el pelo. Serías…”

“Hayato Inui. Lo tienes. ¿Qué pasa?”

El joven tenía unos veinte años de edad. Les dio una sonrisa a los hombres y se subió a bordo.

“Linda melena.”

“Fui a Shinjuku y pedí lo que fuera que estuviera de moda. Y me dan esto. Tomé su palabra, pero ahora no estoy seguro de que debería haberlo hecho.”

“Mira a tu alrededor, hombre.”

“Oye, fue mi primera vez en Japón en cinco años. No puedo evitar estar un poco atrasado en las tendencias.”

El barco que llevaba al hombre de cabello arcoíris, Hayato Inui, salió silenciosamente del puerto.

Su destino: la isla artificial en medio del puente.

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El pequeño bote se movía, parecía un poco fuera de lugar en la inmensidad del mar.

Mientras la ciudad de Niigata se alejaba, el cigarro del hombre barbudo se terminó.

“Nunca pedí vivir así. Si esa mierda no hubiera empeorado, tendría casi tanto dinero como cualquiera, y estaría haciendo un trabajo real- ¿Me entiendes?” Se quejó.

“Entonces, ¿qué diablos pasó?” pregunto Hayato con tono áspero pero con clara curiosidad.

“Estuve trabajando en ese puente.”

A medida que se acercaban a la isla artificial, la forma del puente se hizo más clara. Su ingeniosa arquitectura estaba borrosa por los abundantes edificios ilegales alrededor de este.

El hombre barbudo miró nostálgicamente, contando el pasado.

“Tenían planes para algo como esto desde hace décadas. Construir un puente o un túnel subterráneo entre Sado y Niigata. Más una idea que un plan, tal vez. Pero eso se fue por el desagüe. El gobierno no veía ningún provecho en ello.”

Recordaba la historia como si formara parte de su propio recuerdo.

“Pero mira, algunas cosas encajan en el nuevo milenio.”

“¿Sí?”

“Uno era la nueva vena de oro que encontraron en la isla Sado. Habían cerrado la última de las minas en el 89, diciendo que estaba seco. Pero luego encontraron una nueva vena un poco más abajo. Eso fue en torno a Japón cuando se le ocurrió esta nueva técnica: la construcción de una isla en el mar. ¡Alguna tecnología que revoluciono la idea de las islas artificiales! Deja que te cuente―”

La conferencia del hombre barbudo continuó por durante una hora. Al cabo de un minuto de la conferencia, Hayato decidió que no tenía nada que ver con él y abandono la zona, asintiendo de vez en cuando a su parloteo.

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“―y así fue como funcionó. Podrían levantar estas islas más rápidas y baratas que nunca. La tecnología siempre ha sido algo de Japón, y el gobierno decidió mostrarlo y aplicarlo en todas partes…¿Dónde estaba?…ah, cierto. Otras cosas que encajan. Un par de miembros de la Alimentaria Nacional de Niigata de repente tuvieron éxito. Y el gobernador de la prefectura de entonces era realmente muy entusiasta acerca del desarrollo de Niigata, Dios sabe por qué.”

El hombre barbudo era sorprendentemente hablador. Siguió con la historia del puente.

“¿Pero adivina qué? Fue entonces cuando el puente marítimo más largo del mundo estaba a punto de terminar en China. Entre Shangai y Ningbo, creo. ¿Fue treinta y cinco, treinta y seis kilómetros? De todos modos, Japón decidió batir ese récord. Pero las profundidades eran totalmente diferentes. Por aquí es más profundo que en China. Es por eso que decidieron construir esa enorme isla en el medio. Una isla artificial hecha de la mejor tecnología del mundo. Lo suficientemente fuerte como para soportar las olas del mar y la pesada nieve.”

Las mejillas del hombre se enrojecieron al perderse cada vez más en el relato.

“Pero eso es cuando un montón de cosas encajan perfectamente. En la dirección opuesta.”

Había una mirada solitaria en sus ojos cuando el entusiasmo se desvaneció de su tono.

“Uno, se quedaron sin oro. La investigación dijo que era una vena grande, pero una vez que comenzaron a cavar, tropezaron con la roca casi después. Había muchas razones, pero todo lo que puedo decir con seguridad es que no había más oro.”

“¿Entonces comenzaron el puente?”

“¿Comenzaron? No, estaba casi listo. Así que no dimos una mierda sobre ese negocio y seguí trabajando en ello. Tenían edificios puestos en la isla, y estaba a sólo unas pocas cosas de terminar…y fue entonces cuando ocurrió el atentado terrorista. La construcción se detuvo. Cogieron al bombardero, pero eso fue sólo el comienzo. El gobierno cambio de mano tres veces durante el próximo año, y las cosas eran realmente inestables por dentro y por fuera, políticamente hablando. En aquel entonces, todo el mundo estaba asustado de que el país estuviera acabado.”

Con una expresión complicada, el hombre barbudo volvió su mirada hacia la isla artificial― justo delante de sus ojos.

Parecía menos a una isla y más como una gran fortaleza de varios kilómetros de largo.

Aunque supuestamente había tierra en la isla, en el exterior parecía más bien una masa de metal y hormigón. Los edificios se hicieron más altos a medida que se acercaban al centro de la isla, haciendo que toda la estructura se pareciera más bien a un pico de montaña.

Había varios buques flotando en la zona, pero por alguna razón no había presencia humana.

Varios molinos de viento habían sido construidos en el borde de la isla para proporcionar electricidad. Giraron elegantemente contra la brisa del mar.

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“Después de eso, el país volvió a estar estable, pero ¿sabes lo que pienso? Todos los efectos secundarios de la mierda fueron a esa isla.”

El hombre barbudo finalmente se quedó en silencio. Hayato habló.

“Así que es cuando los punks y los vagabundos se unieron para hacerse un pedacito de cielo.”

“Cierto. Hubiera estado bien si pudieran haber enviado un ejército o algo para limpiar el lugar, pero nadie tenía el tiempo y la energía para gastar en ese entonces. Pero entonces, otra vez, me da lástima mirar el lugar. ¿Cómo sabemos lo que está sucediendo justo fuera de la vista? Lo que sea que pasó, lo importante es que perdí mi trabajo gracias al desorden.”

“Cierto. ¿Qué hacen con el agua?”

“Purifican el agua de mar. Y en cuanto a la energía, ¿ves esos enormes molinos de viento? No cubren todo, pero también tienen panales solares para mantener el lugar a flote.”

Los molinos de viento eran casi tan altos como los edificios en el centro de la isla. Estaban a menos de treinta metros de la superficie de la isla.

“También usamos la energía de las mareas, pero eso es en parte experimental. Los molinos de viento son una apuesta más segura. Son de Dinamarca, aparentemente. Allí escuche a civiles ponerlos en su propiedad y vender energía a las compañías. De todos modos, no tienes que preocuparte por la energía en la isla. Todo el mundo tiene secadoras de pelo, y algunos locos tienen los últimos PC o incluso robots.”

“Sorprendente, es tan moderno por aquí.”

Cuando su conversación llegó a su fin, el barco se detuvo. Se acercó al lado de la isla, que era una enorme pared. Había un muelle a nivel del agua; el capitán amarró el bote allí.

El hombre barbudo se alejó y volvió a hablar.

“El lugar sube y baja con las mareas. Muy dulce, ¿eh?”

“Huh”

Hayato estaba a punto de entrar, cuando algo se le ocurrió.

“…¿No es un lugar flotante de todos modos? ¿Por qué necesitarías ajustar las mareas?”

“Si ella se levanta y cae con las mareas, no habría un puente a dejar tarde o temprano. La isla está construida para estar a un cierto nivel con el mar. Déjame explicar―”

“N-No importa. No lo entendería aunque me lo dijeras.”

“¿Eso es cierto?”

El hombre barbudo parecía un poco decepcionado. Se agarró a una escalera al lado de la isla.

“Quieres saber. Por lo menos la escalera es primitiva.”

“Escucha? No te quejes. Esto de aquí se supone que es la puerta trasera.”

Dejando a su amigo en el barco, el hombre barbudo llevó a Hayato a la isla. Decidió hacerle algunas preguntar mientras Hayato subía tras él.

“Dijiste que estuviste fuera del país por cinco años. ¿Qué hacías en el extranjero?”

Hubo un momento de silencio, seguido de una respuesta de abajo.

“Haciendo cosas en América del Sur. Un poco de delincuencia, un poco de piratería. Ese tipo de mierda.”

El hombre barbudo se detuvo por un momento, pero pronto se echó a reír.

“¡Hah! ¿Delincuencia? ¡Como algo sacado de un manga!”

Hayato sonrió ante la voz y miró al cielo.

“Muy genial, ¿eh?”

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El escenario en la parte superior de la escalera era, para el shock de alguien, una mezcla de ‘en progreso’ y ‘ruinas’.

El suelo de hormigón estaba pavimentado al igual que el puerto del continente, y a parte de los ocasionales montones de tierra había cosas como materiales de construcción, tuberías de plomo y guantes de trabajo. Había edificios a lo lejos, pero el amenazador y estéril mundo continuaría hasta llegar a ellos.

Hayato miró a su alrededor y se volteó hacia el hombre barbudo.

“Sólo una pregunta rápida.”

Por primera vez desde que llego a la isla. Fue él quien cuestionó al hombre.

“¿Quiénes son estos tipos?”

Alrededor de Hayato había una docena de estúpidos matones.

Lo rodearon a unos diez metros de distancia, sonriendo ferozmente.

Cuanto Hayato alzó una ceja, el hombre barbudo rugió a carcajadas y colocó una mano en su hombro.

“Haz lo que dicen y saldrás vivo.”

Como para tranquilizarle, le dio a Hayato una palmada en la espalda.

Las nubes gruesas de lluvia comenzaron a ocultar lentamente al sol y al claro cielo azul.

“Entrega todas tus pertenencias. Y tu cartera.”

◁ ▶

Con la lluvia golpeándole, Seiichi sólo caminó.

Con el cuerpo de Kanae en su espalda, lejos de su ciudad natal, hacia la isla artificial.

El cuerpo de ella ya no se movía. No fue la lluvia la que hizo que su cuerpo se enfriara.

Ya era demasiado tarde.

Era demasiado tarde para todo, se culpó Seiichi. Cuando él corrió hacia ella, cuando le dispararon, cuando entraron en el puente. Tal vez era demasiado tarde cuando ella le sugirió ir al puente ayer. Tal vez este era su destino.

Seiichi dirigió desesperadamente sus pensamientos en esa dirección. Pero al final, era imposible.

El tiroteo había comenzado tan repentinamente. Tal vez los matones que estaban luchando contra los hombres en la entrada habían apuntado al hombre que primero habló a Kanae. Eso era lo que Seiichi imaginaba.

Kanae fue golpeada por una bala perdida. Fue pura coincidencia, y él no era el responsable. Por lo menos, por esa fracción de segundo. Seiichi era el que había estado caminando detrás de ella, incluso cuando él declaró protegerla. Seiichi era el que no había tratado de volver antes a casa. Seiichi fue quien no la obligó a detenerla cuando ella dijo que quería venir a este lugar. Él era el bastante culpable.

En ese momento, Seiichi pensó en sí mismo. Su novia estaba muerta, y el asunto de su culpa era en todo lo que podía pensar.

Tal vez no quería reconocer lo que había sucedido. Pero fue porque ya lo había hecho hasta que se dirigió al centro del puente.

Ya no puedo volver a casa.

Con el pesado cuerpo de su amiga de la infancia en la espalda, Seiichi escogió escapar de la realidad.

Mientras caminaba con desesperación sobre sus hombros, una vasta tierra se extendía por delante en el puente. Había llegado a la parte noroeste de la isla artificial. La entrada de la llamada ciudad.

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“¿Eres un recién llegado?”

“¿En ese alboroto de justo ahora? Lástima, muchacho.”

“De Sado ¿eh? Tal vez deberías volver.”

“Hombre, sólo olvida tus problemas. ¿Coca?”

“No te deshagas del ‘cuerpo’ por aquí.”

“Le daré un entierro en el mar si me pagas. Aunque no lo veas solía ser un sacerdote.”

“Lo haré. Soy un reverendo.”

“Hay que tener cuidado, muchacho. Los locos en estos días disparan a cualquier cosa que se arrastra bastante.”

“Vamos, te daré una jeringa gratis. Es del tipo más reciente: sin agujas.”

En cuanto puso el pie en la isla – ciudad – todo el mundo le habló. De vagabundos a punks, e incluso hombres en trajes. La mayoría vio el cuerpo de Kanae y lo ignoró, pero algunos parecían curiosos sobre el aturdido Seiichi.

Había toda clase de reacciones, desde simpatía a burla. Pero Seiichi los ignoró a todos. Fue en parte debido al miedo, pero fue sobre todo porque se sentía como si hablara con alguien más que no fuera él mismo, inmediatamente sería arrastrado de vuelta a la realidad.

Sin mirar ni siquiera su entorno, caminó hacia el centro del puente: el centro de la isla artificial. La lluvia se detuvo por el momento, pero el estruendo del trueno golpeó al mundo.

Un destello de luz y un rugido.

Un rayo golpeó el más alto de los edificios que había delante. La luz y el sonido trajeron a Seiichi de nuevo a sus sentidos.

“¿Qué…debo hacer?”

Se le escapo fácilmente su voz de los labios. La unión de sus pensamientos al cadáver que llevaba a su espalda era casi cómica. Más que dolor y miedo ante la muerte de su novia, estaba más ansioso por su rumbo.

‘¿Qué debo hacer? ¿Qué se supone que haga? ¿Ahora qué? ¿Qué sigue? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?’

Se sacudió. Una sola palabra se repetía interminablemente en su cabeza. Un indescriptible malestar borró todo rastro de lógica y razón de su mente.

Sin saber qué hacer o pensar, se quedó enraizado en el lugar.

Una ligera comprensión fue todo lo que le llevó al cuerpo de Kanae caer al suelo.

Seiichi se enderezó, como si sus cargas estuvieran completamente quitadas.

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“Disculpe”

De repente, hubo una voz.

Finalmente, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, Seiichi sintió instantáneamente una punzada de culpa. Se tropezó y se volteó hacia la voz.

“¿Estas bien?”

La mujer tenía ojos azules.

¿Era una mezcla de asiática y caucásica? Sus rasgos eran ajenos a él, lo que dificultaba saber su edad exacta. Podría haber tenido la misma edad que él, o tal vez era un poco mayor.

‘¿Es…un coche?’

Detrás de ella había un coche negro. Había una red adecuada de carreteras en la isla, lo suficientemente buena como para rivalizar con la mayoría de las ciudades―pero ¿por qué había un coche en un puente incompleto ocupado por la maquinaria de construcción? Al igual que Seiichi se preguntó, la mujer se acercó a él.

Ella miró el cuerpo de Kanae y volvió a hablar.

“Ya veo, fuiste arrastrado a una pelea…Um…es peligroso estar aquí. Te llevaré a mi casa.” Ofreció ella en un japonés fluido. Seiichi se volvió, como intentando proteger el cadáver de Kanae.

“¿Q-Quién eres tú? ¿Por qué quieres ayudarme?”

La mujer parecía desconcertada, pero después de un momento de pausa ella respondió.

“Porque mi padre está a cargo de este distrito. No te preocupes, esto es un deber para nosotros….Y no soy lo suficientemente cruel como para ignorar a alguien que necesita ayuda.”

El chico de pie delante del cadáver era un ‘extraño’. El suyo era una escena en la que ningún vecino normal querría involucrarse. Y sin embargo, la mujer había salido de su camino para ofrecerle su mano.

Seiichi sintió como si su inquietud se esfumara. En las calles donde nada parecía humano, se sentía como si finalmente hubiera conocido a otra persona.

En su estado, aunque la mujer le ofreciera un sospechoso contrato, lo firmaría sin dudar.

“Gra-Gracias. No-No sé qué hacer, y―”

“¿Eres de Sado? ¿Esta es tu primera vez aquí?”

Era un extraño cuestionamiento para alguien que estaba de pie frente a un cadáver. Cuando Seiichi miró, vio a dos hombres con trajes intentando mover el cuerpo de Kanae al auto.

“E-Esperen!”

Rápidamente se los impidió, pero la mujer lo agarró tranquilamente de su brazo.

“Vamos al auto.”

Conducido por la mujer, él se acercó al coche. Era un vehículo lujoso que nunca había visto en Sado o en Tokio. Pero Seiichi se acercó a ella como si ese pensamiento ni siquiera se hubiera registrado.

Fue entonces cuando la mujer volvió a hablar.

“Sobre mi pregunta.”

“Sí.”

Aunque su respuesta fue floja, se alegró de encontrar finalmente a alguien en quien creía poder confiar. Incluso si era una mentira que estaba tratando de convencerse de que era real, a Seiichi no le importaba. No le importaba si lo secuestraban y extraían sus órganos, o si lo mataban.

“Por supuesto. Tiene sentido.”

Pero sus suposiciones estaban equivocadas por sus palabras. La única persona que pensaba que era ‘normal’ en estas calles, se dio cuenta, que era uno de los más ‘lugareños’ que cualquier punk o vagabundo que había visto.

La mujer abrió la puerta del coche y volviéndose hacia el chico que acababa de perder a su novia, sonrió.

“Bienvenido a este nuevo mundo! Estamos verdaderamente contentos por su llegada.”

◁ ▶

“Bienvenido al club, recién llegado. Bonito cabello.”

Uno de los hombres se rio.

Sin voltearse, Hayato habló con el hombre barbudo detrás de él.

“Ahora lo entiendo. Con razón.”

 “Lo siento por esto. Esos tipos después de todo no necesitan dinero, a pesar de que les gusta lo suficientemente bueno. Sólo necesitan más ayudantes, ¿sabes?”

“¿Quieres decir matones?”

El hombre barbudo encogió sus hombros ante la afirmación y dio una sonrisa irónica.

“No preocupes a tu culo. No te van a asar ni nada.”

“Pero―”

“¡Está bien! No maldigas! Sólo haz lo que te digan y la próxima vez que algún pobre diablo llegue aquí, tú estarás de pie ‘allí haciendo’ la recaudación!”

Hayato miro hacia el cielo y se rio.

“Tienes que estar bromeando. No soy lo suficientemente fuerte como para ser un matón.”

Un segundo después, saco su mano derecha de su espalda, sosteniendo algo.

Una pequeña pistola negra con un acabado de cáscara de huevo.

Los hombres se estremecieron por un segundo, se prepararon para defenderse―entonces se echaron a reír, seguido de maldiciones.

“Hombre, qué carajo?”

“Sabes, tenemos a una verdadera perra estrella de cine aquí!”

“Tenemos uno vivo, amigos!”

“Sólo maten al idiota.”

Aunque el hombre barbudo no se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo, se acercó a Hayato y veía.

Y este se unió a los hombres en risas amargas.

“¿Qué demonios te crees que estás haciendo?”

La pistola en la mano de Hayato estaba en paralelo al suelo.

Al igual que un héroe de acción, que sostenía el arma en una mano.

“Heh. Se ve genial, ¿eh?”

Los hombres incrédulamente negaron con sus cabezas, riendo.

“Has visto demasiadas películas, chico. Nunca vas a golpear nada de esa manera.” Los hombres se rieron. Estaban bastantes seguros de que el arma era una falsificación. Algunos comenzaron a sacar navajas de las tuberías de plomo.

“Oigan, van a ir fácil con él y atenderlo? ¿Sabes lo que él me dijo en el camino? Dijo que hizo un poco de delincuencia y piratería en América del Sur! Cuidado y consiguen palos empujados desde atrás de sus culos!” Resopló el hombre barbudo. La irónica risa se convirtió en un rugido de risa histérica.

“Mierda, esto es grandioso!”

“¡Ja! Orinaré mis pantalones aquí! JaJaJa!”

“Debe de haber dejado su puto cerebro en América del Sur!”

Sin embargo, la expresión de Hayato se mantuvo sin cambios, mientras observaba en silencio.

Cuando la risa se calmó lentamente, los ojos de los hombres empezaron a llenarse de una sed de sangre.

El que había reído primero sacó una pistola de gran tamaño. Se trataba de un arma poco elegante, que se puede girar en la palma de la mano. Estaba a unos diez metros de Hayato―una distancia donde la mayoría de los aficionados no podrían lograr―pero el hombre se movía con total confianza.

Se detuvo haciendo girar su arma y se rio disimuladamente de Cabeza de Arcoíris.

“Nos dio un gran susto, ¿sabe? Na creo que merecemos a joderte verdadera bueno―”

“Tu gramática es horrible.”

Un disparo.

“AAAARGH! Agh, AAAAAAAAAAAAAHHH! GAH! HAAAAH!”

De repente, había un agujero de color rojo en el muslo del hombre, seguido de un goteo esparcido de sangre. El hombre dejó caer su arma en agonía y cayó al suelo.

Una clara columna de humo se elevaba de la pistola de Hayato. Varios hombres revisaron sus chaquetas y los lados.

Pero antes de que pudieran terminar, aún más disparos sacudieron el aire y se esparció la sangre de los posibles atacantes.

“¿Qué…?”

El hombre barbudo estaba pasmado.

La pistola en la mano de Hayato aún estaba en paralelo al suelo. Sin embargo, sus disparos eran perfectos.

“E-E-Espera un segundo. Vamos a calmarnos aquí ¿eh?”

Los hombres que sostenían las navajas y las armas eléctricas tartamudearon, volviéndose hacia atrás y rápidamente huir. En última instancia, el único que quedaba de los que todavía estaban de pie era el hombre barbudo, que había perdido su oportunidad.

“Bienvenido a mi vida. Hombre, nadie entiende.”

Bajando el brazo del arma, Hayato se volvió hacia el hombre barbudo para desahogar su frustración.

Aunque estaba contento de no haber sido disparado, el hombre barbudo respiró con ansiedad.

“Es una muchedumbre difícil. Trabajé duro para esto ¿sabes? ¿Sabes lo jodidamente difícil que es disparar algo con el arma girada de esta manera? Desperdicié decenas de miles de disparos para resolver las curvas. El mal tiro, el dolor asesino de la muñeca, las roturas del arma…¡Me esfuerzo en esta mierda! Pero nadie lo entiende jamás! Absolutamente nadie.”

El tono de Hayato se hizo cada vez más oscuro; el barbudo no sabía que decir. Originalmente asumió que Cabeza de Arcoíris debía estar enojado porque casi lo vendió a un grupo de gamberros, pero pronto se demostró que estaba equivocado.

“No importa lo duro que trabajo―¿por qué no jodidos vuelan por el maldito lugar? Puse un infierno en una escena de acción, pero simplemente colapsaron como un montón de follones seniles! ¿Dónde está el espectáculo? Quiero ver a ustedes locos volar diez metros en el aire, maldita sea! ¿Nunca vieron ‘Desesperado’? Voy a perder fuerza si no están a la altura de eso.”

Después de que hizo sus absurdas demandas, Hayato negó con la cabeza. A pesar de que no era más que una broma hasta hace unos segundos, ahora su cabello arcoíris se veía más como la coloración chillona de un animal venenoso.

‘Este tipo es peligro.’ Advirtieron los instintos del hombre barbudo.

Hayato divagó resentido durante un tiempo, antes de que finalmente recuperara su anterior sonrisa.

“Así que, lo que estoy tratando de decir es, si quieren hacer una demostración de matar, quiero que estén listos para hacer una demostración de morir, también. ¿No lo crees?”

“Eres el único monstruo que quiere hacer una demostración de matar.” Dijo el hombre barbudo, silenciosamente evitando la pregunta. Hayato se golpeó su frente.

“Exactamente.”

Con eso, comenzó a recoger las armas caídas cerca de los hombres derrumbados.

“Siendo honesto, su tarifa era una estafa. Dejé el almuerzo para subir a ese viejo y acongojado barco. Pero me gusta mi pequeño cargamento de armas. Excelente servicio al cliente. Y aparte de toda la tecnología mumbo-jumbo, me gustó tu historia. Así que supongo que dejare pasar su tarifa.”

Volviéndose, Hayato se dispuso a irse con una última palabra para el hombre barbudo.

“Hombre, gracias por el viaje. ¿No crees que deberías llevar a esos tipos al hospital o algo así? Los que todavía están vivos, como sea.”

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“¿Qué demonios fue eso? ¿Le dispararon?” Preguntó el amigo del barco que el hombre barbudo había dejado atrás.

Pero el hombre barbudo lo ignoró y saltó a bordo.

“¡En marcha, ahora! Nos vamos de aquí.”

“¿Qué carajo?”

“¡Mierda! Acabamos de poner a un perro rabioso en libertad. Y tampoco estamos seguros. Tenemos que salir de aquí. Ir a Okinawa, Hokkaido, fuera del país, ¡sí tenemos que hacerlo!”

Al sentir algo en las palabras del hombre barbudo, su amigo puso en marcha el barco sin decir nada.

“¡Mierda…mierda!”

‘¿Qué mierda fue eso? No, eso no importa. Si Cabeza de Arcoíris muere en tres minutos o sube de rango, sólo hay una cosa que pudo decir con seguridad.’

“Ese bastardo agitara las cosas de su alrededor. ¡Lo sé!”

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“Aw, hombre. El bastardo barbudo acaba de abandonar a sus amigos.”

Con una mirada aburrida, Hayato Inui―Cabeza de Arcoíris miró al cielo.

Varios edificios aparecieron juntos como montañas en la isla artificial. Las nubes de lluvia cubrían el cielo probablemente no pasarían por encima de los picos. El sol empezó a brillar una vez más sobre Hayato.

“Probablemente haya un aguacero al otro lado del lugar.”

Mientras observaba las nubes, el sonido del trueno retumbaba en sus oídos―un rayo debió haber golpeado un edificio.

Escuchando el rugido del trueno, Hayato tapó el brillante sol con una mano. Varios cometas lo rodearon como si estuvieran protegiéndolo.

El viento sin un corazón dispersó la lluvia de todo el montón de nubes.

“Un baño de sol. La boda del zorro* ¿eh?”

(*NT: LA boda del zorro, es una forma de término poético para un baño de sol.)

Con un comentario sorprendentemente elegante, Hayato siguió caminando.

“Buen clima. Me gusta una dramática bienvenida.”

Riéndose, se dirigió lentamente hacia la ciudad.

Aunque hubiera preferido a una chica caliente dándole la bienvenida.

◁ ▶

Y así, ese día, a esa hora, dos personas entraron en la ciudad.

Dos completos desconocidos, emergiendo de lados opuestos de la isla.

Y aunque eran diferentes, ambos fueron rodeados por la muerte de otros.

Como un par de imágenes reflejas.

img050.jpg

Varios días después, en el nivel más profundo de la isla. Una zona destinada a ser un estacionamiento.

Era un lugar asqueroso.

Lleno de olores, sonidos y luces que parecían gritar que no había nada bueno que encontrar allí.

El área fue una vez destinada a convertirse en un gran estacionamiento. No había luz, sólo la intacta bombilla fluorescente que ocasionalmente parpadeaba y se apagaba.

Había un olor rancio en el aire, y polvo que parecía filtrarse en los ojos.

Los materiales de construcción fueron dejados en montones desordenados, y entre ellos había tablas de cartón con tantas capas que el hormigón estaba casi oscurecido. Parte de la humedad fue gracias a la putrefacción de las tablas de cartón.

Algunos programas de televisión mostraron acumuladores cuyas casas enteras terminaron en un vertedero – este lugar no era muy diferente a eso.

“No veo a nadie.” Dijo Seiichi Kugi, estando de pie justo ante un tal montículo.

Detrás de él había una chica. Detrás de ella había seis o más hombres de negro. Todos y cada uno estaba fuertemente formado, probablemente con la destreza y la fuerza suficientes para desmantelar a alguien como Seiichi en cuestión de minutos.

A pesar de que estaba entrenado en esas afiladas destrezas, a Seiichi no parecía importarle.

Sus ojos vacíos sin vida, él sólo sintió el aire de su alrededor.

“Es un basurero.” Él comentó. La chica sonrió y asintió ante su honestidad.

“Eso es.”

“Esta ciudad es asquerosa. Hasta ahora he visto casi todos sus rincones, de aquí al Distrito Occidental. Pero no he visto un solo buen lugar.”

Los hombres detrás de ellos le dieron una mirada asesina una vez más.

Sintiendo sed de sangre, Seiichi silenciosamente cerró los ojos.

“Me gusta esto. Es perfecto para el nuevo yo.”

Ya habían pasado varios días desde la muerte de Kanae. No había emoción en la voz de Seiichi, y en sus ojos no había nada más que odio a sí mismo.

“¿Qué quieres de esta ciudad? Si quieres quedarte, si has decidido ser un ciudadano – tienes que hacer algo. De lo contrario, acabarás sólo vagando por las Fosas.”

En lugar de reaccionar a eso, Seiichi sólo dijo:

“Yo quiero―”

____________________________________________________________

De una esquina de las pilas de basura, muchas miradas cayeron sobre Seiichi.

“Esa chica de allá – es la hija del Jefe del Distrito Occidental. Sólo uno de un montón, supongo.”

El líder del grupo de matones que se habían asentado en el nivel más bajo de la isla –las Fosas – dio gorgoteo de risa. Apestaba.

“Aquí tienes tu trabajo, recién llegado. Mira el lugar. De vez en cuando recibes mierdas que caen del Distrito Occidental, así que es mejor que te asegures de denunciar eso.”

“En realidad, jefe. ¿Quién es ese chico?”

“¿Qué…? ¿El flaco escuálido? ¿A quién le importa una mierda? Le sacare un trabajo!”

El recién llegado se rascó su cabeza.

“Bueno, ya sabes, me di cuenta de que ese tipo tiene los mismos ojos que yo solía tener. Como…como si el mundo entero fuera este oscuro lugar o algo así. Desesperación..casi sé cómo se siente. Espero que no salga como yo.”

“¿De qué demonios estás hablando―”

“Ah, y jefe?”

En el momento en que el recién llegado fue tan lejos como para córtale el rollo, el jefe se puso furioso.

‘Mataré a este hijo de puta.’

Con ese pensamiento, levantó sus manos para que sus otros secuaces pudieran ver. Tomaron sus armas y lo rodearon. El recién llegado pareció distraído.

Decidido a hacer su movimiento tan pronto como el recién llegado hizo su pregunta, el jefe en voz baja respondió:

“¿Sí?”

El recién llegado burlonamente sonrió―

“Bueno, para ser honesto, jefe, apestas un poco a mierda de caballo. ¿Por qué no tomas un baño o algo así? Hay mucha agua de mar.”

Al principio, los secuaces quedaron atónitos. Pero cuando comenzaron a comprender, sus caras empezaron a ruborizarse profundamente.

“Y mientras estamos en eso, ¿por qué no me entregas el área? Es francamente insignificante, pero tomaré todo lo que pueda conseguir.”

Tan pronto como terminó de hablar, el jefe aulló.

“¡Vete a la mierda!”

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Treinta minutos más tarde, en lo profundo de las Fosas. El hombre se limpió la salpicadura de sangre en un estanque de agua salada mientras recordaba al chico que acababa de ver a través de unos binoculares.

“Hombre, el niño estaba abajo. ¿Y de pie junto a una chica de la mafia china con esa cara en su jeta?…Espero que no se vuelva como yo.”

Secándose la cara en una toalla, el hombre de pelo de arcoíris comenzó a trazar su nuevo rumbo.

“Hombre, el agua de mar es realmente salada. ¿Es por el sistema de filtración en el Distrito Oriental? Tal vez debería entrar para hacer una negociación unilateral o algo así. Sep debería.”

Con una encantadora sonrisa en su rostro, Hayato Inui abrazó una optimista perspectiva de su futuro.

“Esto va a ser divertido―nah, voy a hacerlo divertido. Primero voy a tener que hacerme cargo de este puto hedor. Vamos a averiguar cómo ventilar el lugar…”

◁ FIN PRÓLOGO ▶

Comenzando el año (?)

Hola gente!! ¿Cómo les ha tratado la vida últimamente? Bueno empezando este año, les comienzo compartiendo de poco a poco esta serie de nada menos que el autor de Durarara!!!! Y nop no es secuela -.-» sólo situandose en el mismo mundo pero con otra historia. Espero les sea de su agrado 😀

Series Etsusa Oohashi

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Sinopsis: Situado en un puente gigante, casi terminado entre Sadogashima y Niigata. Abandonado por el gobierno, el puente y la gigantesca isla flotante creada por el hombre en el centro, se ha convertido en una ciudad de criminales y vagabundos.

¡Ubicado en el mismo mundo que Durarara !! Pero 15-20 años más tarde.

Autor: Narita Ryohgo            

Ilustraciones: Suzuhito Yasuda.

Finalizada 4 volúmenes + 1 colección de historias cortas.

Traducciones:

  • Traducción/edicion al inglés: Untuned Translations
  • Al español-Kunshupsycho Translations: Traductora: Maru19 / Corrección: Yuki-kun

Series el Puente Etsusa

Volumen 1: Gua Guau! – Noche de Dos Perros

Páginas a color + Prólogo